25 de abril de 2020

Diario de una cuarentena: Seis Semanas

Seis semanas, 42 días, 1008 horas...en mi caso, esas son las cifras que marcan la última vez que salí a la calle.
Y claro, en seis semanas, en 42 días o en 1008 horas....es normal que haya un poco de todo. A mí me ha dado a tiempo a salir de mi zona de confort y a crearme otra nueva. Me ha dado tiempo a pensar en las canciones que marcarían esta cuarentena. Me ha dado tiempo a listar todas las cosas que yo nunca había hecho antes. Me ha dado tiempo a buscar los diferentes significados de curva y sus aplicaciones a una cuarentena.

Y en general, y hasta ahora, lo he llevado bastante bien. Pero esta sexta semana ha sido un poco más difícil. Por nada en particular, y por todo en general.
El caso es que si la tengo que definir sería más o menos así:

 


Sensaciones y sentimientos subiendo y bajando.
Sensación de agotamiento de...todo: de no poder salir, de no poder quedar, de llorar por esto, de reír por esto, de la información, de la desinformación, de la escalada y de la desescalada.
Sensación de desinflarnos un poco, de aplaudir con menos ganas y menos minutos.
Sensación de verlo todo demasiado lento y al mismo tiempo no querer volver a hacer las cosas demasiado rápido.
Y sensación de miedo al saber que después de seis semanas, después de 42 días, después de 1008 horas, a partir de mañana, al menos una la podremos pasar en la calle.

Subiendo y bajando toda la semana, vaya.
Ayudada eso si por mi cabeza:  porque ríete tu del big data, de la investigación de mercados y de las nuevas tecnologías que hacen que te salgan anuncios de esterillas de yoga justo después de hacer tu primera clase de yoga vía you tube.
Si está todo inventado.
La cabeza manda y mucho. Cuando les das muchas vueltas a algo, o tus sensaciones son de una determinada forma, sólo ves cosas relacionadas con eso. Me explico:

Recuerdo como si fuera ayer, cuando me quedé embarazada y nos dieron la noticia de que eran dos. A partir de ese momento, empecé a ver carritos dobles por todos los sitios.
O cuando estas a dieta y tu cabeza te engaña diciéndote que necesitas el chocolate y que por una onza no pasa nada.

Pues eso me ha hecho a mí la cabeza esta semana. Me ha convencido primero, de que tampoco necesitaba hacer ejercicio todos los días. Después me ha convencido de que estaba de mal humor por no hacer ejercicio. Hasta he encontrado en instagram, después de venga cursos de "como ser positivo" "como entrenar tu cerebro para tener una actitud positiva" y similares, una publicación de una psicóloga que argumentaba que no era sano ser siempre positivo...

Lo dicho, subida en la montaña rusa, en cuesta, y empezamos la séptima: Las siete revueltas de Navacerrada o los siete picos del parque de atracciones.

Sexta Semana de cuarentena, sexta semana fuera de nuestra zona de confort. Subiendo y bajando.
Una semana menos para todo lo bueno que está por venir, RESISTIRÉ.





No es sólo juntar letras

No es sólo juntar letras
Leido, intentando interiorizarlo