Casi un año después, aquí os dejo una entrada especial:
- Especial, porque es "rimando".
- Especial porque era un "regalo" para mi gente.
- Especial porque para escribirlo, necesité de mucha ayuda.
- Especial, por las sonrisas que pude ver al hacerles recordar.
- Especial porque me ha pernitido "aprender" todas estas palabras,
- Y especial, porque pretendo que sea un nuevo principio.
Sé que para muchos de vosotros será especial, porque esta es vuestra herencia. Para el resto, espero que lo disfruteis, y que encontreis aquí, al menos, una palabra "especial".
Descansad,
Palabras
Buenas noches, ¿Cómo estamos?, espero que
disfrutando,
para eso los pequeños llevan días ensayando.
A mi me hubiera gustado, poderos amenizar
cantando algo bonito, pero ¡¡¡que no se
cantar¡¡¡.
Así que esta noche quería, compartir en un
ratito
algo que se me ocurrió, gracias a mi primo
Kiko,
que por wasap, nos propuso, buscar el
significado
de la palabra “acerico”, porque le había
gustado.
-La almohadilla de alfileres, que tenían las
abuelas
cuando cosían en casa, o sentadas a la
puerta.-
Y pensé que no era justo, que los mayores se
esfuercen
por aprender cada día, palabras que casi ni
entienden,
que se conecten al wasap, para ver si hemos
llegado,
o que ahora le llamen nugget al mismo pollo
empanado;
que para llegar a Lugo, se guíen por un tom
tom,
o que a través del bluetooth, escuchen una
canción.
Y en cambio, nosotros, nos olvidamos,
de esas miles de palabras, que ellos han
utilizado.
Y que, ahora me lo diréis, son con mucha
diferencia
más bonitas, musicales, y sin duda,
nuestra herencia.
Algunas, son ya sabidas, y de sobra
utilizadas,
pues los bollos nos añusgan, si un sorbito de
agua.
Y nadie te librará de llegar ajigolá,
si con Ana, la de Alfredo, sales a caminar.
Pero hay otras, ya veréis, que igual ni habéis escuchado.
Prestad atención, que ahí va, este pequeño
listado:
Empecemos si queréis, por entrar a la cocina,
en la lumbre el sesero, las trébedes, la badila,
con alguna cucharrena, -lo de hacer los
huevos fritos-,
los llares, la porcelana y en la leña, los
morillos.
Venía el hojalatero, antes todo lo arreglaban
ollas, fuentes o platos, siempre con una
laña.
Cualquier roto lo cosían, todo lo aprovechaban,
echar soletas decían, cuando el calcetín
remendaban.
Cuando se iban a lavar, cogían el rodillero
y esmerdaban la ropa, eso siempre lo primero.
En invierno imaginad, en esos días de frío
lavaban en las artesas, en vez de bajar al
río.
Y al igual que nosotros, por colores
separaban:
A la ropa de color, “Lavar los pintos”
llamaban.
En vez de los calcetines, los peales se
calzaban
y para segar dediles, en los dedos colocaban.
Y al campo a trabajar, y aquí menudo follón,
pues según el material, era gario u horcón,
el trillo, o el arado, la caniza para la
parva,
o arreglar al animal, con la cincha y la
albarda.
La tralla para el ganaó, la Zoca para segar,
colocar las orejeras antes de empezar a arar.
Al pesebre de los cerdos, le llamaban el
dornajo,
con angarillas limpiaban las pocilgas, vaya
cuajo.
El cuello era el pescuezo, y el talón el
zancajo,
y según como te dieran, pescozón o cogotazo.
Y el pechuche hoy sería el escote o canalillo,
Donde mi abuela Delfina, reanimaba a los
pollitos.
Para medir, ya veréis, que jaleo se traían:
Si eran litros con la azumbre o el cuartillo
medían.
Si eran kilos, por fanegas, por arrobas si
eran muchos,
y en calcular las obradas de las tierras eran
duchos.
Enfadarse se enfadaban, si algo no les
gustaba,
sosa, papona o fandanga, seguro que se
llamaban.
Y hasta a alguna por llevar el pantalón muy
cortito
la llamaron cigüeñona, allí, casi a voz en
grito.
Y jugaban, no creáis, también los había
pillos,
cuando llovía jugaban a colgarse en el cuartejillo.
En el bote de la iglesia, las horas se les
pasaban
jugando todos al hinque, no veáis como
lanzaban.
Ya éramos afortunados, de poder volver al
pueblo,
de las bicis, los paseos, de la plaza y los abuelos,
de la gente, de las fiestas, las canciones ,
las partidas
los olores, los colores, las aventuras
vividas.
La Virgen y su novena, la misa, la procesión,
el mayordomo que ahora, también nos hace el
pregón.
Pues ahora si queréis, también podréis disfrutar
de todas estas palabras, que seguro vais a
usar,
al menos para decirle, a todos los forasteros
la de cosas que se aprenden cuando uno se va
al pueblo.
Felices Fiestas,