11 de abril de 2020

Diario de una cuarentena: Cuatro semanas_Un mes

Curvo, va:

Del lat. curvus. 

1. adj. Que se va apartando de manera continua de la dirección recta sin formar ángulos.
2. f. Línea, dirección curva. La curva de la playa, de la nariz.
3. f. Línea que representa gráficamente la magnitud de un fenómeno según los valores que va tomando una de sus variables. Curva de temperatura, de mortalidad, melódica.
4. f. Tramo curvo de una carretera, de un camino, de una línea férrea, etc.
5. f. Geom. línea curva.: línea que no es recta en ninguno de sus tramos.

6. Mar. Pieza fuerte de madera, que se aparta de la figura recta y sirve para asegurar dos maderos ligados en ángulo.
7. f. pl. coloq. Formas acentuadas de la silueta femenina.


 No recuerdo la última vez que busqué en el diccionario la definición de "Curva". Imagino que fue en el colegio, porque solemos pensar que cuando hemos aprendido algo, en concreto algún concepto, no necesitamos buscarlo más. 

Al hilo del "post" anterior, nunca había pensado que buscaría la definición de curva en el diccionario: Tenía clarísimo su significado, ¡¡¡¡Será por curvas en mi vida¡¡¡¡.

Yo creo que menos la acepción nº 6, las demás las tengo todas, y alguna más, que yo recuerde.

Aunque seguro que mis curvas empezarían con los primeros dibujos, primeros trazos, primeras letras y primeras formas con el compás, a mí, las primeras curvas que me marcaron, sin duda, fueron "las siete revueltas". Esos viajes al pueblo, con la vaca hasta arriba de trastos, con mis hermanos en la parte de atrás del coche, sin cinturones ni sistema de sujeción y con las ventanillas que sólo se bajaban hasta la mitad. Y la pregunta del millón nada más salir de Hortaleza: ¿Por dónde vamos Papa? Que no entiendo muy bien porqué lo preguntábamos, si siempre íbamos por el Puerto de Navacerrada. Yo creo que ya me empezaba a marear nada más oír el nombre, imaginaos en la temible bajada, contando una a una las siete revueltas. De hecho, desde que tengo carnet de conducir, he evitado a toda costa ese puerto: He subido y bajado por algunos peores, pero no por Navacerrada y sus curvas.

Luego vinieron las "curvas" de mi pelo. Yo tenía el pelo liso, como una tabla. Bonito y fácil de peinar. Pero la moda y la adolescencia se encargaron de ponerme "curvas" en el camino. 
  • La moda, con aquellas permanentes de rizo gordo, que llevaba todo el mundo, y que yo me empeñé en hacerme aun llevando el pelo corto: Mezcla explosiva, desde ese momento me convertí en Maradona. 
  • Y la adolescencia y las hormonas, que se encargaron de que mi pelo, a partir de ese momento naciera "con curvas", unos rizos que me siguen acompañando. Igual en la siguiente etapa de chute de hormonas, vuelvo al pelo liso como una tabla, :)

Por seguir un orden cronológico, más o menos, ahora vendrían las curvas de la adolescencia. Y no me refiero a las del comportamiento, que también, sino a las del cuerpo. Esas primeras curvas, que son tan difíciles de "asimilar" porque vengan como vengan, nunca vienen bien. Primeras curvas, que nos marcaban la ropa, los bailes, las relaciones, la autoestima y la seguridad en uno mismo.

Curvas que te marcan. Como esa curva de entrada o salida al pueblo. Esa que desde pequeños te advierten del cuidado que has de tener, porque es terrible, y que guarda en su haber parte de la historia negra de cada lugar.

Curvas que te hacen crecer, porque forman parte de enseñanzas. ¿Quién no se acuerda de una curva famosa como esa que dibuja un sombrero o una serpiente que se ha comido un elefante, según como se mire o la edad de quien lo mire?

Curvas que te hacen crecer...Textualmente. Es curioso, pero la curva más importante de mi vida fue la que me hizo crecer más de 20 kg. Toda una vida de control de peso, de dietas, de cuidarse, de obsesionarnos a veces, o de dejarnos llevar por lo que marcan los estereotipos...y, sin embargo, lo bien que sienta una "señora curva" como esta. Tanto, que es inevitable no intentar a veces "hacer curva" para que todo se meta dentro, y así tenerlo controlado, como entonces.

Curvas necesarias, pero que asustan, como las curvas del azúcar. Así en plural, porque si la corta salía mal, te tenían que hacer la larga.

Curvas que te descubren cosas. Porque dibujar en un papel tu vida profesional, curva necesariamente, a petición de un coach, te descubre motivos, razones, decisiones, e incluso, hasta opciones.

Curvas que te encabronan, con perdón. Porque lo que pudo ser un sombrero, o una serpiente que se había comido un elefante, cuando te haces mayor, se convierte en Campana Gauss, o distribución normal de probabilidades. Y según como la apliquen y para qué, a veces, encabrona.
 

En fin, que nuestra vida está llena de curvas. Estas son un resumen de las mías, pero seguro que podríais añadir muchas más. Estamos acostumbrados a las curvas. Y conocemos sus diferentes acepciones.

Y, sin embargo, que duro se hace, que de repente, se pare todo; que los días sean tan iguales que parecen líneas rectas; y que TODO, absolutamente TODO dependa de la evolución de una CURVA.

Yo nunca pensé, que cada desayuno me sabría un poquito mejor en función de los datos de una CURVA.
Ojalá, pronto estemos en la cola de la serpiente que se ha comido al elefante, en el ala del sombrero de la derecha, o en la tendencia bajista de la campana de Gauss.
Ojalá pronto, nuestros días vuelvan a estar en CURVA.

Cuarta semana de cuarentena, cuarta semana fuera de nuestra zona de confort. Un mes de días en recta.
Una semana menos para todo lo bueno que va a venir, RESISTIRE.

No es sólo juntar letras

No es sólo juntar letras
Leido, intentando interiorizarlo