24 de abril de 2014

Llorar

De mis padres he heredado muchas cosas....genéticas.El poder de la genética que dicen.
Por ejemplo, lo de cantar en alto y bailar hasta con la música de los anuncios, eso es de mi padre.
Lo del atléti también.Lo de la altura, viene de él, que es pijo.
De mi madre, el tono de voz, que es Martín, Martín; y el hacer de madre de todo el mundo, que no es malo, siempre y cuando el resto del mundo necesite una madre.
Y luego está lo de llorar. Porque esto también es genético, mal que nos pese.
Y es que eso de llorar por todo, tiene su aquel. Si, si...por todo: desde el anuncio del almendro, en Navidad, a una boda ; de la primera reunión del colegio, a una función de pastores, sin olvidarnos de las pelis de antena 3 un sábado por la tarde.
Y claro,esto de que se te salten las lágrimas en el momento más inesperado, provoca situaciones "complicadas". ¿Complicadas, porque? A quién no le parece complicado conducir por la M40, en hora punta, casi aún pensando en lo agusto que se estaba en la cama, y escuchar en el programa de turno,un mensaje de"gracias", de la mujer al marido, o de la madre al hijo,ó aún peor, del hijo a la madre. Eso y ponerse a hipar, todo uno.Y claro, toca encontrar un kleenex en el bolso (según un estudio se tardan en torno a tres minutos de reloj en encontrar algo en un bolso), y limpiarse los lagrimones sin estropearse el maquillaje.
Complicado.
Sobre todo, cuando te pasa delante de quien no te conoce ni conoce tu "super habilidad" para llorar por casi cualquier cosa.
Véase, en una consulta, para pasar una prueba relativamente "rutinaria". Ya antes de entrar, al leer el maldito consentimiento que tienes que firmar, se va abriendo el "grifo" poco a poco. Pero controlas, hablas con el que te acompaña, que te cambia de tercio (Vendedor tenía que ser...esto es para otro post, ya os contaré), y aunque gastas un par de kleenex, aguantas. Los ojillos se enrojecen, eso sí, mostrando que algo hay.
Y entonces, escuchas tu nombre, alto y claro, y aún así, preguntas: ¿Perdona, has dicho...Virginia?..Y allá que te lanzas, haciendo respiraciones tipo parto para controlar no sólo las lagrimillas, sino el hipo.
Te preparas, piensas en algo zen, te tumbas en la camilla, y entonces la amable enfermera, te mira a los ojos, detecta la rojez y hace lo peor que puede hacer: Te pregunta si estás bien. Horror, ha abierto el grifo, y lo que es peor, lo ha pasado de rosca, así que ya no se puede cerrar.
Y ella diciéndote que no te preocupes, que es rutinario, que ahora todo es así, que si fuera algo grave te hubieran hecho otro tipo de prueba,...y tú sin poder explicarla, que lo sabes, que sólo son nervios, que es tu manera de expresarlo....
Y aparece el médico, y la enfermera que le pone al día de TODO: Incluido tu nerviosismo; y él, que te mira a los ojos, y los ve rojos, no, lo siguiente, y empieza con la misma cantinela.Y ya ni hipo ni leches, sollozos en toda regla y en alto, como lo de cantar....En fin, se pasa, se termina, tú que te ríes de la situación, y a trabajar.
Pero, el grifo está pasado rosca, ¿recordais?, pues eso, que cada vez que alguien te pregunta ¿que tal?, empiezas a sentir ese escozor en los ojos, ¡¡¡oh no, por favor¡¡¡¡¡. A este paso voy a ser la Bustamante de la oficina.
Y lo peor, cuando te llama tu madre, la responsable si recodáis de esta manía mía de llorar: Y aguantas, le cuentas como ha ido, le quitas un poco de hierro al asunto, y a la hora de despedirte, ya no puedes más, la voz se quiebra un poquito, la tuya.....y entonces la escuchas a ella.....con hipo¡¡¡¡¡
Soy llorona, la vida es así, y hace mucho que me pasaron el grifo de rosca.Ahora, que queréis que os diga, me quedo de un "agustito" después de un día de llorar,:)

Descansad,

No es sólo juntar letras

No es sólo juntar letras
Leido, intentando interiorizarlo